Recién salidos de las fuertes corrientes igneas del portal 11-11, la poderosa reunión jerárquica durante el plenilunio de Escorpio nos abre las puertas nuevamente a la re-conexión natural con las fuentes de vida universales.
Sumidos en un profundo proceso de reconstrucción y reorientación de las corrientes dévicas (materia inteligente) que se expresan en múltiples resonancias vibracionales a través de los centros humanos, planetarios, solares y cósmicos, nos disponemos a adentrarnos hasta el día 19 en un poderoso período de actividad energética, donde somos llamados a producir un enfocado centro radioactivo que nos acerque a la re-conexión trascendental con la emergente vida Una que se manifiesta a través de toda forma.
La influencia electro-luminosa del contacto con el portal 11-11 nos ha regalado un espacio frecuencial muy poderoso desde donde la personalidad, tras la “iluminación” de sus tendencias inerciales, patrones y resistencias se auto-vincula a un estado mayor de unidad, percibiendo el trabajo global que durante las “pruebas de Escorpio” ha de producir la reconducción de las fuerzas lunares que se expresan a través del Ánima Mundi.
Envueltos en las elevadas frecuencias de la reunión solar del portal, el trabajo de la energía de escorpio nos empuja a reconocer nuestra “hidra personal” acrecentando la conciencia sobre las nuevas tendencias del hombre, donde múltiples vidas y reinos se expresan evocando la responsabilidad del ser humano, como centro planetario de “mediación” espiritual.
Así pues durante estos días la fuerza del Guarda del Umbral se multiplica anexionando las resistencias planetarias que estan contenidas en el aura planetario. El Ánima Mundi y la memoria ancestral atraídos a nuestras frecuencias vibratorias en una alquimia mística hacia la unidad, se expresan a través de nuestra “percepción luminosa” generando un “espacio” de trabajo que incluye la vinculación consciente en la ascensión del Logos Planetario.
El reencuentro con los Ángeles Solares que a través del portal 11-11 nos han reconducido a una tendencia enfocada del propio poder y de su responsable acción en la manifestación de la magia global planetaria, nos permite durante estos días sumergirnos en un trascendental trabajo de discriminación energética, donde experimentar la “totalidad” a través de cada centro individual, acrecentando la sensibilidad que nos permite un estado de percepción mayor al manifestar nuestra capacidad de hiper-comunicar con los centros planetarios donde su subconsciente colectivo se expresa convirtiendo la “hidra” con sus nueve cabezas en una prueba global de magia planetaria, en un escenario mayor cuyo triunfo afectará a los éteres que circundan el planeta.
Tras un largo periodo de pruebas individuales la nueva crisálida que tejemos envolviéndonos en todos los aspectos de la vida una nos conduce hacia una nueva senda donde cada influencia energética, cada centro, cada reino, cada vida inteligente del entramado divino se manifiesta y actúa a través de la propia experiencia personal. La individualidad manifestada, su poder convocado como ente luminoso de una mente cósmica que acrecienta su conciencia dimensional atrayendo hacia su “vida” las múltiples redes y expresiones planetarias, nos prepara para las siguientes re-estructuraciones de la mente, los siguientes saltos cuánticos y dimensionales donde las resonancias cada vez más elevadas nos van a empujar a hiper-comunicar (ser sensibles) a las vidas mayores del centro cardíaco planetario (La Jerarquía) y su coronario (Shamballa).
Hemos estado evocando una creciente apertura de los centros individuales y sus cualidades divinas. La fuerza y las reuniones planetarias con sus enfocados trabajos de reconducción de las redes etéricas nos han vinculado fuertemente a un movimiento superior unitario, acrecentando los lazos con las sendas vibracionales de Gaia cuya sabiduría del origen delinea un retorno al natural movimiento universal de la humanidad.
Durante estos días la poderosa reunión de la humanidad y la jerarquía convocan la semilla del fuego que fue reactivada en el hombre durante la alineación galáctica del 21-12-12.
Tras el periodo de “iluminación”, reconocimiento, contacto, percepción pura de las capacidades y resistencias que la luz oscura de la madre nos ha revelado en el periodo anterior, nos disponemos a iniciar el tiempo del fuego igneo. y el fuego oscuro de la madre, donde las fuerzas no sólo son percibidas para la sanación y sacralización de la forma si no que ahora son convocadas y concentradas para generar la fuerza del fuego, la Voluntad, la poderosa capacidad energética de la trascendencia y la fusión de los pares de opuestos.
Más allá de las pruebas personales, más allá del ansiado despertar de cada alma, un plan universal nos invita a cooperar en niveles superiores y nos empuja al discernimiento y trabajo del Ánima Mundi, (entramado de almas humanas) que envuelven el planeta y cuya purificación, cuyo trabajo etérico de transmutación ha de proporcionar una nueva “vestimenta” a Gaia, un nuevo cuerpo planetario sutil, desarrollado, hiper-vinculado a las redes universales que ejecutan el plan de la Mente cósmica y que ha de abrirnos la senda hacia el sendero superior de Sirius.
El manejo del fuego interno y sus experiencias a través de la magia planetaria nos abren las puertas a un nuevo tiempo de entrenamiento en una vuelta superior de la espiral.
Reconocidas nuestras tendencias y dinámicas la semilla crística interior se auto-vincula al fuego de la madre convocando su poder ancestral que es capaz de manifestar en la forma los caminos más maravillosos de evolución y conciencia plena.
Un tiempo probatorio a mayor escala donde la experiencia pasada ha de servirnos para actúar sobre una cada vez más grande red de vida.
Una reconexión total de las almas y sus centros planetarios. Un escenario de reencuentro entre los agentes y vidas que a través de la materia construyen los cimientos de una nueva era y una nueva conciencia universal.
Una crisálida donde los dones del alma crecen exponencialmente atrayendo experiencias planetarias y cósmicas que han de iniciarnos en la co-creación con fuerzas superiores, ashrams y maestros de más elevada vibración.
Una nueva vía desde donde reconducirnos a la gran unidad divina desde donde retomar las lecciones de evolución y creación que custodiadas en el sagrado vientre de la Madre aguardan la pura percepción del Alma humana que es capaz de arroparlas en el profundo amor, en la profunda inteligencia divina cuyo encuentro es fuego igneo, fuego que no quema, fuego del Espíritu encarnado que reconduce sus reflejos hacia la verdadera experiencia de Dios en si mismo.
Namasté.
Anabel.C.Huertas
Publicacion Original: http://angelesdebarro.com
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