Las energías a las que somos altamente sensibles durante este periodo de luna nueva de Géminis nos empujan a la total “comprensión” y gestión de la dualidad, como camino preparatorio hacia la exponencial manifestación que ha de conducirnos a cruzar la “puerta de los hombres” en los días venideros, con la “visión” de la divinidad y la fuerza de un estado del Ser, capaz de llevar a cabo los ritos de “trascendencia” que iniciaremos en ese viaje profundo hacia el Ánima Mundi.
Tras un largo periodo de activación, los vehículos llamados a coordinar el nuevo modelo de la humanidad, han estado altamente estimulados por la alquimia y la caída de los velos, floreciendo primero al recuerdo, al símbolo rescatado de las bibliotecas akashícas que han inspirado la búsqueda de los peregrinos hacia la nueva tierra, mostrando parte de la tendencia y bioritmo de cada expresión de rayo en nuestras personalidades.
El hiperdesarrollo del campo astral que ha producido este reencuentro con las tedencias emocionales y los patrones establecidos en el subconsciente colectivo ha hecho aflorar, ha iluminado el sinfín de causas que a través de la ley causa y efecto estuvieron rigiendo el destino de la humanidad encarnada.
Este afloramiento emocional, ha marcado principalmente la percepción de la unidad, la compresión que bajo una acción humana y creadora de pensamiento-emoción hemos estado dirigiendo el destino de Gaia y sus hijos hasta este momento sublime, donde la acción de piscis, donde la semilla crística ha podido sintetizarse y resurgir con toda su magnificencia, con toda su capacidad de “escenario” donde la divinidad se expresa sin condicionamientos ni ataduras.
Nos encaminamos pues, a un nuevo ciclo para la humanidad. Un recorrido donde la luz nace de la propia búsqueda y el fuego se expresa trascendidos los patrones y los modelos que mantenian encadenada al Alma, el Amor que es capaz de reunir y sintetizar el conocimiento y la experiencia para elevarlo al aula de la sabiduria, donde simplemente uno Es sin condicionamientos.
La influencia de Mercurio y Venus durante este periodo es como durante este tiempo de “despertar” sensible, fundamental.
Su conjunción en Cáncer “la casa iluminada” donde el mundo inferior ha de manifestarse con la plenitud que ha trascendido la dualidad, se ve fuertemente empujada por el trígono del mensajero de los Dioses a Neptuno y Saturno, planetas de síntesi, que aumentan significativamente las frecuencias vibratorias de los centros planetarios introduciéndonos en el viaje hacia la mente superior, hacia “manas” donde no existe conocimiento, si no el gran e innombrable estado de la mente cósmica.
Tras el conocimiento adquirido, tras el activo estado de despertar el “recuerdo” como motivación principal invocativa de una nueva tendencia humana, llega el tiempo preparatorio hacia la unidad, hacia el gran todo que se manifiesta en cada átomo y molécula de este universo y que pugnan por expresarse y manifestarse desde el propio origen, donde el pensamiento no interviene, donde la emoción ha trascendido el tiempo y el espacio, para renacer al estado mas puro de la omnipresencia.
La tendencia interna del novilunio de Géminis nos revela un bioritmo natural de todos nuestros vehículos hacia la fusión y la expresión única. Un modelo de nueva humanidad donde no existe separación, donde no sólo a nivel individual “todo es uno” (mundos solares y lunares) si no donde el Ánima Mundi, el Alma colectiva de esta raza, resurge tras eones de experiencias y manifestaciones, para trascender el pasado, reconociéndose, dejándose “nacer” al verdadero estado de movimiento divino universal, donde el espacio-tiempo, donde el conocimiento dan paso a lo absoluto, a la eternidad que en la sabiduria de Ser lo que Soy, ha de permitirnos expresar la era de Acuario y la nueva raza de una nueva tierra.
Durante este gran periodo de “recuerdo” el Ser y las tendencias globales del Ánima Mundi han salido al exterior como impulso inspirador de un viaje interno. Las áreas psicológicas y el fuerte estímulo psíquico que este resurgir ha producido en el hombre nos han desvelado pequeños misterios de la magia ritual colectiva universal.
Lo “nuevo” la tendencia hacia los dones durante tanto tiempo aletargados convive aún con la “identificación” con la que nos relacionamos en los niveles astrales y akashícos, con la “necesidad” y los deseos de iluminarnos, transmutar, cambiar…Lo nuevo, “manas” la mente abstracta Es…y toda relación con el pensamiento genera conflicto e inhibe la verdadera manifestación de la Unidad…
Encararemos un viaje profundo hacia la realidad del Ser…Nos desnudaremos del conocimiento para entregarnos al misterioso vacío que no conoce maestros ni dioses…
El conflicto de pensamiento-creencia ha de manifestar la armonía que surge entre los pares de opuestos cuando todo es “manifestado” dentro de una única y divina linea vibratoria.
Trascender el conflicto es entrar en el aula de la sabiduria, donde el conocimiento desaparece, donde el recuerdo renace a un eterno instante, donde no hay arriba ni abajo y desde donde cruzamos la puerta de los espejos (abandonamos la necesidad de generar reflejo para vernos) y comenzamos a “percibirnos” desde nuestra pura y radiante esencia divina.
“Lo que yo te digo en la oscuridad, háblalo tú en la luz”
Namasté
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