Yeshua ~ La tercera manera
YESHUA
La tercera manera
Canalizado por Pamela Kribbe
Julio 2012
Queridos amigos,
Soy Yeshua. Estoy aquí con ustedes. A través de las barreras del tiempo y el espacio me pongo a vuestro lado; siéntanme en vuestro corazón. Estoy muy familiarizado con ser un humano, con sus altos y bajos. He explorado toda el área de los sentimientos humanos, y dentro de ese mundo de extremos finalmente hallé una salida; un pasaje a una manera diferente de ver las cosas, a través del cual toda la experiencia de ser un humano se presenta bajo una luz diferente - una manera que crea tranquilidad y paz en vuestro corazón.
Es sobre esta salida, este pasaje, que me gustaría hablarles hoy. Muchos de ustedes se hallan en un dilema, una lucha que tienen con ustedes mismos. Hay una idea viva en vuestra mente de que deberían ser mejores, y diferentes de lo que son ahora; de que deberían ser más altamente desarrollados, más santos, más capaces de seguir ciertas reglas, un ideal superior que tienen para sí mismos - pero éste es un falso ideal. Todo este trabajo en ustedes mismos está basado en la idea de que no son buenos como son, de que hay algo más, de que tienen el poder de cambiar, de que tienen control sobre el hecho de ser humanos. Esta es una idea anticuada y que experimentaron plenamente en una era muy antigua.
Esta idea existió, en parte, en la Atlántida, donde desarrollaron el tercer ojo y donde lo experimentaron como el centro de observación de vuestra cabeza. Desde ese tercer ojo podían percibir, y también desde allí quisieron intervenir, moldear la vida según vuestros deseos. Había en ustedes cierta tendencia hacia la dominación, pero esta tendencia también estuvo inspirada por vuestro concepto de la verdad. Tenían la idea de que actuaban en base a elevados principios, de modo que lo que hacían estaba “bien” - y así es siempre. El poder siempre está velado por ideas que se piensa que son buenas. Entonces se construye toda una ideología alrededor de tal idea, haciéndola una visión del mundo que aparenta esforzarse por lo bueno, mientras que en esencia, están tratando de controlar la vida - tanto de ustedes como de los demás.
El poder corrompe - les aliena del flujo natural de la vida que está presente en cada ser humano. El poder les da un concepto de maleabilidad que, de hecho, está basado en la ilusión. La vida, como saben, no es flexible así, y no está determinada por la razón, o el deseo, o desde el tercer ojo. La vida no se ajusta a una visión del mundo o a un sistema, y no puede organizarse en base a procesos mentales.
Por un largo tiempo, ustedes entraron en una batalla con vuestra humanidad - con la condición humana. Muchos caminos espirituales se basan en la idea de que deben trabajar en ustedes mismos, de que tienen que elevarse e imponerse una ruta planificada de acción que les conducirá a una situación ideal. Pero esta idea crea mucha lucha interna. Si parten de la idea de un ideal requerido, entonces se imponen normas a sí mismos que muy bien saben internamente que no podrán cumplir - entonces fracasan desde un principio.
Sientan, ahora, la energía de este modo de pensar: ¿qué se están haciendo a ustedes mismos? ¿Qué energía viene de la necesidad de imponer, de la búsqueda por mejorarse y del deseo de organizar la vida, vuestras emociones y vuestros pensamientos? Sientan la energía de querer controlar las cosas. ¿Es esa una energía amorosa? A menudo, esa energía se presenta como amor, como lo bueno y verdadero, pero el poder se oculta siempre de esta manera, de modo que sea más fácil que la gente acepte. El poder no muestra su cara abiertamente; el poder seduce a través del pensamiento. Es por eso que es mejor no pensaren ello sino sentir lo que el deseo de controlar la vida les está haciendo. Obsérvense en vuestra vida diaria, en el presente, en vuestra vida ahora. ¿Cuán a menudo aún luchan con ustedes mismos? ¿Condenan lo que surge en ustedes, lo que brota en ustedes naturalmente y quiere fluir? En este estado de juicio se asienta una energía de crítica, una falta de amor: “esto no debe ser, esto está mal, esto necesita alejarse”. Sientan esta energía - ¿les ayuda?
Ahora quiero llevarles a un modo diferente de verse a ustedes mismos; un lugar donde el cambio pueda ocurrir, pero sin lucha, sin un severo enfrentamiento con ustedes mimos. Para aclarar esto, déjenme darles un ejemplo. Imaginen que sucede algo en vuestra vida que provoca en ustedes un sentimiento de ira o irritación - como quieran llamarle. Ahora, ustedes pueden reaccionar a esa ira de diferentes maneras. Si no están acostumbrados a reflexionar sobre vuestras emociones, y vuestras reacciones son muy primarias, entonces no hay nada ahí más que ira - están enojados, y punto. Están sumidos en eso y se identifican con la ira. A menudo, sucede luego que ustedes ponen la causa de vuestra ira fuera de ustedes - proyectan la culpa en alguien más. Alguien más hizo algo incorrecto y es su culpa que ustedes se sientan enfadados. Esta es la reacción más primaria - están identificados con vuestra ira, ustedes están enojados.
Otra posibilidad es lo que yo llamo la segunda manera de reaccionar. Están enojados, e inmediatamente hay una voz en vuestra cabeza que dice: “esto no debe suceder, esto está mal, no es bueno que me enoje, debo reprimir esto.” Podría ser que se les haya enseñado a reprimir vuestra ira a través de vuestra formación religiosa o desde una perspectiva social. Por ejemplo: es mejor, más agradable, más moralmente correcto no mostrar vuestra ira a los demás. Ciertamente se aplica a las mujeres que no es apropiado expresar ira abiertamente - que no es femenino.
Hay todo tipo de ideas que les han inculcado, haciendo que ustedes juzguen vuestra ira. Entonces, ¿qué ocurre? Hay ira en ustedes, e inmediatamente surge una opinión sobre ella: “esto no está permitido, está mal”. Vuestra ira entonces se vuelve vuestro lado oscuro porque, literalmente, no puede salir a la luz - no debe ser vista. ¿Qué le sucede a la ira si es reprimida de esta manera? No desaparece, se va atrás de vuestra espalda para afectarles de otras maneras; puede ocasionarles temor y ansiedad. Ustedes no pueden utilizar el poder que reside en la ira, porque no se permiten utilizarlo. Pueden mostrar vuestro lado dulce, agradable, útil, pero no ese lado apasionado, enfurecido - el lado rebelde de ustedes. Entonces la ira se bloquea y ustedes piensan que son diferentes de los demás porque tienen estos sentimientos, entonces podrían incluso empezar a distanciarse de los demás. En cualquier caso, esto crea un conflicto amargo dentro de ustedes, y aparentemente entre dos yos, un yo de Luz y un yo Oscuro. Mientras tanto, están ustedes atrapados en este juego doloroso, y duele por dentro, porque no pueden expresarse. Es este juicio lo que les limita.
¿Realmente se vuelven mejores personas a causa de esta reacción? ¿Reprimir vuestras propias emociones va a conducirles al ideal de un ser humano pacífico, amoroso? Si les describo todo esto, pueden ver muy claramente que este tipo de reacción no funciona - no conduce a la paz real, al equilibrio interno real. Sin embargo, se hacen todo esto a sí mismos. Muy a menudo, ustedes callan vuestras emociones, porque no son buenas de acuerdo a los principios morales que mantienen y ustedes no reflejan estos principios - de dónde provienen, y por quién o por qué han sido alimentados en ustedes. Entonces esto es lo que yo les recomiendo hacer: no pensar en ello, sino sentirlo. Sientan esa energía que reside en los juicios que se disparan a sí mismos, con vuestras imágenes de lo que es ideal y lo que “deben hacer”, que a veces surgen de motivos aparentemente muy elevados –dejen eso ser. Ustedes no se vuelven iluminados por refrenar vuestras emociones ni por reprimirlas sistemáticamente.
Existe una tercera manera - una tercera manera de experimentar vuestras propias emociones humanas. La primera manera fue identificarse totalmente con vuestra ira, como en el ejemplo anterior. La segunda manera fue desplazarla, reprimirla y condenarla. La tercera manera es permitirla - dejarla ser y trascenderla. Eso es lo que la conciencia hace. La conciencia de la que hablo no juzga - es un estado del ser. Es un modo de observación que al mismo tiempo es creativo. Ahora, muchas tradiciones espirituales han dicho: sean conscientes de sí mismos, eso es suficiente. Pero entonces ustedes se preguntan: ¿cómo puede ser eso? ¿Cómo puede la mera conciencia de mí mismo producir un cambio en el flujo de mis emociones? Ustedes tienen que darse cuenta de que la conciencia es algo muy poderoso. Es mucho más que el registro pasivo de una emoción - la conciencia es una intensa fuerza creativa.
Ahora imaginen nuevamente que algo en el mundo externo provoca en ustedes una poderosa emoción - por ejemplo, ira. Cuando tratan con ella conscientemente, la observan plenamente en ustedes mismos. No hacen nada al respecto, mientras al mismo tiempo siguen observando. Ya no se identifican con la ira, no se pierden en ella, simplemente permiten que la ira sea lo que es. Este es un estado de desapego, pero un desapego que implica gran fuerza, porque todo lo que han aprendido les seduce a ser arrastrados por vuestros estados de ánimo, dentro de la emoción de la ira o el miedo. Y para hacerlo más complicado, también se ven arrastrados al juicio acerca de esa ira o ese miedo. Entonces están siendo arrastrados en dos sentidos y alejados de la conciencia, la salida de la que hablé al comienzo: la salida que es el camino a la paz interior. Vuestras maneras habituales de tratar con las emociones les alejan de ese punto central, por así decirlo, lejos de esa conciencia, y sin embargo, ésta es la única salida. Sólo observando silenciosamente el completo alcance de la emoción no se vuelven inconscientes, permanecen totalmente presentes. No se dejan arrastrar ni por la emoción ni por el juicio acerca de la emoción. La miran en plena conciencia y con un sentimiento de ternura: “es así como es en mí”.
“Veo la ira surgir en mí; la siento atravesar mi cuerpo”. “Mi estómago reacciona, o mi corazón; mis pensamientos se apresuran a justificar las razones de mi emoción”. “Mis pensamientos me dicen que tengo razón y no la otra persona.” Todo esto lo pueden ver ocurrir al observarse, pero no van con ello. No se ahogan en ello; no se hunden. Eso es conciencia - esto es claridad de mente. Y de esta manera calman los demonios de vuestra vida: el miedo, la ira, la desconfianza. Les dan fuerza cuando se identifican con ellos, o si los combaten con juicios - de cualquier manera los alimentan. La única manera de trascenderlos es elevándose sobre ellos, por así decirlo, con vuestra conciencia - no luchar contra ellos, sino simplemente dejarlos ser.
¿Qué les ocurre entonces a ustedes? La conciencia no es algo estático; las cosas no permanecen como son. Notarán que sin no alimentan la energía de la emoción o de vuestro juicio sobre ella, ellas gradualmente desaparecerán. En otras palabras, vuestro equilibrio se vuelve más fuerte; vuestro sentir básico se vuelve más de paz y alegría. Porque si ya no hay una batalla en vuestro corazón y en vuestra alma, la alegría sube burbujeante. Ven la vida con una mirada más apacible. Ven el movimiento de las emociones en vuestro cuerpo y las observan. También observan los pensamientos que comienzan a correr por vuestra cabeza, con una mirada indulgente y bondadosa. Sepan que la habilidad de observar, y no ser devorados, es algo muy poderoso y fuerte. De esto se trata todo: ¡esta es la salida!
Quiero pedirles ahora, en este momento, que experimenten el poder de vuestra propia conciencia - el ser puro - y la liberación por medio de ella que les permite sentir que no hay nada en ustedes que necesiten cambiar. Sientan la tranquilidad y la claridad de esta conciencia: eso es quienes realmente son. Hagan a un lado los falsos juicios. Dejen que las emociones fluyan y no las repriman - ellas son parte de ustedes y algunas de ellas tienen un mensaje. Pregúntense si tienen una emoción a la que teman, una que les esté molestando, una con la que luchen. Tal vez una que se ha vuelto tabú para ustedes. Permítanle ahora que se presente en la forma de un niño o un animal - que se muestre. Ese niño podría expresarse completamente, o podría incluso portarse mal. Pase lo que pase, se le debe permitir hacer todo lo que quiera y decirles lo que siente. Ustedes son la conciencia que mira y dice, “sí, quiero verte; quiero escuchar tu historia, exprésala”. “Cuéntame tu historia, porque es tu verdad; podría no ser la Verdad, pero quiero escuchar tu historia.” Experimenten vuestras emociones de esa manera y no las condenen. Dejen que vengan a hablar con ustedes. Trátenlas con la bondad de una persona anciana sabia, y observen lo que ese niño o animal trae. Con frecuencia, hay escondida en una emoción negativa una fuerza vital pura que quiere emerger, una fuerza que ha sido sofocada hasta la muerte por todos los prejuicios. Dejen que el niño o el animal venga saltando hacia ustedes. Puede ser que ahora cambie su apariencia - recíbanlo con apertura amorosa.
La conciencia transforma - es el mayor instrumento para el cambio, pero al mismo tiempo no quiere cambiar nada. La conciencia dice, “¡Sí - sí a lo que es!” Es receptiva y acepta todo lo que está ahí, y esto cambia todo, porque les libera. Ahora son libres - ya no están a merced de vuestras emociones o de vuestro juicio sobre ellas. Al dejarlas ser, ellas pierden su control sobre ustedes. Por supuesto, aún puede ocurrir ocasionalmente que sean superados por vuestras emociones y vuestro prejuicio - esto es ser un humano. Traten de no quedar atascados allí y no se castiguen por eso: “¡Dios mío! no he alcanzado una Conciencia Clara, debo estar haciendo algo mal.” Si hacen esto, echan a rodar de nuevo la bola del juicio. Pueden siempre regresar a la salida, volver a la paz, no luchando con ustedes mismos. Observen lo que está ahí, y no se equivoquen: no ser arrastrados es una gran fuerza. Ese es el poder de la verdadera espiritualidad. La verdadera espiritualidad no es moralidad - es una manera de ser.
© Pamela Kribbe 2012
www.jeshua.net
Traducción del inglés y edición: ~Oscar José Salazar.
Gracias Maria por incluir en tu blog esta canalización que ha sido de gran ayuda para mi. Desde hace unos días tenia problemas laborales y me lo iba tragando todo hasta que un día estalle y pocos dias después fui sancionado. Ayer leí la canalización y me la aplique a mi situación, rápidamente lo vi todo claro. Hoy en una reunión me ha sido retirada la sancion Gracias
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